Valparaíso

Valparaíso
1910

VALPARAMOR


Ah! este es un poema que amo
Fue hecho sin ninguna vanidad
en trino de a tres.
Pero lo dijimos de una sola vez en fecha peligrosa.
Buscamos amor en esta carne.
Es todo lo que necesitamos.
No lo dice cualquiera.
Lo dicen los Beatles;

En Valparamor la ciudad es muy puro amor.
Allí el único cielo suena a galopar de estrellas
El horizonte lo contiene todo y mucho más.
Los planetas cruzan en rodajas.
Un ladrido de perros por allá.
un sonar de vitrolas por acá.
un flipper dando premios por allí.
tal vez y sólo tal vez,
el rebotar de una manzana era aquí.

Todo eso nos distrae intensamente
nos hace despertar sobresaltados con la lujuria de un viejo efebo
que al mismo tiempo deshilacha el horizonte con espinas de pescado.
Y aprendemos los cielos por delante y los cielos por detrás.

Y el espacio en todo su alto nos supera
como:
un centauro pidiendo limosna,
mi abrigo azul colgando del alero de la luna,
mi tristeza de Ajab y Moby Dick
mi Senecio mi Klee,
mi tratado de Durero
y la mirada nocturna llena de tigres sin pensar en Neruda
ni en leones compartidos con el Cid
ni en caminos de Kerouac
y en menos irritación en la pupila de Rimbeau.
En verdad amo mucho este poema
lo amo más que a una persona.

Decía un verso cada uno y a la vez.
Juan, Luis, Edward y Rubén
pero eran mejor fumando
en las cuevas del saber.
y reclama sus butacas un teatro para 3.
Reclama el Edward Rojas parado en su cometa
reclama Juan Luis como un ángel vigilante en la corbeta
y reclama nieve don Rubén con ansias insaciables de poeta.

En la caleta el Membrillo
San Pedro, el que está bajo las aguas
conversa con Ulises que odia su odisea
sin saber lo que odiamos nuestras vidas de café
A ellos los rodea una nube trascendente
y tres gaviotas posteriores a la llegada de los botes.
Y ya lo ve; somos nosotros otra vez.


Ulises: 

- “Lo que ha venido y llegará
lo tocará la rígida sombra de mi barca
y será con la punta de la proa”.

San Pedro

- Escuchemos la leyenda con unción 

a) Valparaíso es un náufrago
que rodó y rodó el aroma
de una galaxia reflejada en la piel
de este océano tan inmensamente grande 

y lleno de murmullos.

b) ¿Podrá ser Valparaíso una sonda
lanzada a lo más profundo de nosotros?

c) ¿Por qué alguna vez vieron sandías
flotando en la amplitud de la bahía
y a Van Gogh en las caletas
sirviendo una sopa marinera:

¿No era Aréstizabal?
¿Mandrake El mago, entrando al Cine Condell?
¿Dumbo El gótico, danzando sobre el número de oro? 

¿Por qué?

Pepe Soto nos sopla por la oreja: 
- “Porque Valparaíso es incapaz”.
¿Alguien desea otra respuesta?

(Yo amo este poema)

Entonces, respondamos la cuestión:

a) Valparaíso es una abeja en el corazón
que se dispara al golpe de un martillo.

b) A veces Valparaíso lo miramos como un reloj
y tememos que marque en su hora atlántida
la partida de algún dios.

c) Había una vez una bandada de pájaros
que vinieron a morir a Valparaíso
y hoy día, no sabemos cómo,
los niños los elevan a modo de volantines.

Debemos verificar esta cuestión
ya que somos universitarios rigurosos.


I.- Se ven ángeles en los campanarios. Cierto.
II.- Los peces viven confundidos con la gente. Cierto.
III.- En Valparaíso la muerte es dulce como el chacolí. Cierto.
IV.- Alicia, la del País de las Maravillas perdió su virginidad en Valparaíso. Cierto.
Debemos, ciertamente, corroborar estas certezas.

1º Mandamiento:
Subir a los cerros creadores de los cielos.

2º Mandamiento:
Honrar la luz del día con una leche con plátano
y de noche con una pajita más que sea.

3º Mandamiento:
Alzar la vista al cielo a mano alzada y ver tu cementerio.
Adicionar a esa perspectiva
un puñado de niños voladores.

4º Mandamiento:
Amar con delirio y explosivos a cuanta hembra
se te cruce en el camino
sin que te desgarren del corazón las telas.
Ellas sabrán encontrar lo que de ti les sirve
y si algún compañero sospechoso se te acerca,
lo mejor es sembrar la duda.
Nadie sabe las vueltas de la vida.

5° Mandamdirun dirun dam:

6º Mandamiento:
Asiste a misa los domingos porque es un día rojo.
El dios del Gran Valparaíso no es muy grande 

y es pedante
Gusta de los discursos fúnebres de Octubre
Prepara alguno tú, 
para casos de emergencia

por si se presenta la ocasión.
(Es muy piadoso no negar una limosna a la salida de la misa).

7º Mandamiento:
Abre toda puerta para que surjan tangos o milongas
sobre todos las que llevan espejos y botellas.
Más de alguna te llevara a la crápula del antro.
No es malo vivir una breve temporada en ese infierno

bailando cueca como un tango.

8º Mandamiento:
Deja pasar de largo algunos trenes
sobre todo aquellos con penélopes y trapos.
y no retornes a los que se fueron
Comprobarás que  su estación terminal
es el fondo de la mar.


9º Mandamiento:
Cuida en comer lo que procede del océano
Si bien contiene interfectos y membrillos;
de allí se originan los problema estomacales.

10º Mandamiento:
Es tu mandamiento móvil,
un mandamiento comodín.

Conclusión:
Valparaíso está más allá del poeta
y es un itinerario obcecado por los torbellinos de la espuma,
motivo de los truenos, de las olas, de los nervios
y melopeas que se dilatan perturbadas.

¡Mi dios; cómo amo a este poema!
PLaya Ancha, Martes 19 de noviembre de 1975.-

Diez años más tarde llegan corriendo en sus carpetas
y me informan otra vez:

“Valparaíso es un catalejo imaginario
“cuya redondez está en las tres Marías, cada una con su inversa
“igualando los segmentos de sus partes
“que se combinan y equidistan en divina proporción
“a la luna y sus pendientes
“y por lo cual no renuevan su valor los viejos literatos.
“Solo así se encuentra la razón bajo el cosmo de los muertos
“la que persiste fraccionaria y misteriosa.

Pepe Soto nos insiste en cada oreja:
“Ya les dije:
Valparaíso es incapaz,
de encontrar el número del alma.”

Alguna vez yo amé a este poema. (1988)