
Se desplaza al estilo pecho
como un pez que abren Las Torpederas
y naufragan en oleajes de conche perlas
como si un pescador repara en calma
pero en mares hundiera
sus redes de oro y misterio.
Un lobo asoma sus narices mojadas
trayendo una flor de un edén submarino
tal cual como sacan del mar los botes
llenos
de un silencio que no nos pertenece.(José Soto Pacheco)
Ah, voraces...
... Recibid insaciables el trofeo
como eterno y plateado dominio del exterminio...