Si yo pudiera con todas las pinturas de lo profundamente portuario
hacer un color de astilleros y sus orígenes
con la ventana al mar
el pensamiento aborigen del limo
con los techos plutocráticos
un sombrero de banderas convenientes
con todos los conductos regulares un laberinto de viento popular
con las calles un misterio de la pasión en la edad animal
con las paredes una prisión multiplicada en el consorcio
con los barrancos el patio del Océano Pacifico
con las puertas la uña del miedo
de todas las cumbres todos los mares,
todo lo lleno lo vacío
yo podría explicarlo pero, ¿cómo?
si apenas evito mis pedazos al planear las cañerías
y zapatos de viejos que se asoman reclutas
a la ruina que gobierna
su regimiento de miserias.