Valparaíso

Valparaíso
1910

54.- Preludio de diluvio


Milo MANARA -Il pittore e la Modella- reinterpretazione di Gustav Klimt:

Densas neblinas devoran paredes
como el azogue de un termómetro que asciende salivoso.

En la noche prenatal
el especial martillo de los muertos clava y desclava
el mausoleo
de rincones y goteras
que me persigue el horizonte de septiembre
que me causa un dolor cuando apoya su laza pretoriana en un día cualquiera
que me roen los dientes de la esquina
que me analiza el invasor mi límite secreto
y huyo
por el corredor cuadrado y estrecho del miedo

La negra boca de lobo permanece
y ya viene el cántaro
rebasando su perfume de Las Flores del Mal
boqueando inútil.
Valparaíso espera en su convento.

Millones de cataratas caen en la trampa
Y ya eres mía
y una y otra
la ley de gravedad perdura
sólo el viento la combate
llueve norte
agua de mar que llueve
remolino de tigres, caracoles y cangrejos llueve
y las olas furiosas muerden.
¡Pánico! - ¡Terror! ´

Cuelgan náufragos en la visera del temporal
y de la tierra nacen capillas ardientes
que mastican su cristo salvavidas
Y bajo el mundo que no conocemos
se rebasa un manuscrito de chispas húmedas
o muere La Venus en el Pudridero.









Los árboles se arrojan de rodillas
pero a través de las hojas.








Las murallas piden socorro
pero a través de las grietas.






Las madres juntan las piernas
pero a través de las hijas.








Y recogen el idioma profético de la lluvia,
que puede ser lasciva como boa
descendiendo por los techos,
terca con sus varillas de agua.








Negro buitres
cobijan hombres temerosos
ateridos en el transitorio río de las calles.
Los cauces degluten su familia,
su obrero mínimo.








Cañonazos del derrumbe tributan su Valparaíso a la bahía.







Las gotas disparan su pecho furioso
contra la implacable herida de la noche
ametrallándola










Me sobra el agua hermana
se me sube por las piernas primas
como suplicándome el pincel del opio
se me sube hasta la húmeda
y hasta la coronta de mi choclo entero precipita.


¡ Yo soy la lluvia !
No me importa la ciudad que te lastima
No me importa la ruina de tu cauce
No me importan los muros que me tragan
No me importan los hundidos en la calle
No me importa compartir su aliento
Me ahogo.
ME AHOGO
en esta absoluta posesión del agua,
aquí
yo mato a todos .

Me lluevo a mi mismo.

Dibujos de Milo Manara