( A Silvia Victoria Reyes Astaburuaga)
En el molo de abrigo, de sombrero, de zapato, de guante
y de amor mío
el agua
está.
Llega.
Surge.
Cae.
La felicidad;
que se parece tanto a un monóculo trizado
se da el lujo de convivir a nuestros pies
y nos tienta boyante.