Valparaíso

Valparaíso
1910

32.- Mercado Puerto

(A José Ochoa)
El quicio desfallece de mi boca
de improviso producido
por la luz tendida en el mantel
bramando presto y poderoso.

Mi dios liberal yo te cantara
si tu azote en mi tronara
crudo y sabroso
amigo de los panes
o llamarada de la uva
te creyera esplendoroso
si estuviera yo sediento.

No hubo antes ni después hubiere
y sí; en este sólo instante
la fotocopia de un edén desposeído
aquí donde paladares dientes y garzones
danzaren con lenguas clavadas en hileras
los corazones.

Comieran las bocas en las caletas
su batalla de mariscales
y su apetito los sinsabores
de los pies a la cabeza
eliminaran en todos sus conchales.

La maciza carne por limones
se retorcieran las intocadas
se deslizaran lenguas de almejas
a las tráqueas ostiones como dragones
los carapachos, la parmesana frutal
porque tajante y cruel me desmayara
robado el ácido pecho
abierto el jugoso seno.

Fosas nasales en mi aletearan.
me obligara la marinera sopa
flamear al humo de sus olores
los sazonados.

¡Oh!, dichoso estómago habitado
pletórico esófago florecido
y bendito invento,
el alimento.